Seguramente alguna vez hayas oído hablar del mindfulness. Este nuevo concepto puede considerarse como una filosofía de vida cuyo pilar fundamental es la práctica de la meditación.
En este sentido, es necesario definir qué es la meditación. Se trata de una actividad intelectual cuyo principal objetivo es focalizarse en un pensamiento y/o sentimiento, un objeto o incluso un elemento de percepción como puede ser el latido del corazón o la propia respiración con la finalidad de liberar la mente de pensamientos negativos.
Objetivos del mindfulness
El mindfulness se diferencia de la meditación tradicional en que la primera de ellas busca mejorar la calidad de vida de las personas, pero sin estar directamente relacionada con una religión o una filosofía de vida sino basada en los principios de la ciencia.
Hoy en día, el mindfulness se ha convertido en toda una terapia para algunos aspectos de la vida como el autocontrol de los niños, el desarrollo de la resiliencia o como una vía de afrontamiento en personas que tienen algún tipo de enfermedad.
¿Cuándo y dónde practicarlo?
Lo primero que debes tener en cuenta es que hay que aprender poco a poco a hacer mindfulness. Los expertos en la materia recomiendan practicar esta actividad como máximo durante media hora al día y, poco a poco, ir construyendo estados mentales de meditación.
En relación a donde llevarlo a cabo, lo más importante es estar cómodos, en un sitio tranquilo y sin ruidos donde la temperatura esté entre los 18º y los 25º. Olvídate de dispositivos electrónicos y, si lo necesitas, pon música relajante durante la sesión.
Ejercicios básicos mindfulness
Existen multitud de ejercicios basados en el mindfulness que puedes practicar en tu día a día. Lo ideal es ir combinándolos y disfrutando de cada uno de ellos como si fuera único y especial. Te recomendamos algunos de ellos:
- Date un baño relajante, apreciando el tacto del agua, el olor del jabón, los cambios de temperatura.
- Escucha el sonido de la cafetera, despierta tu olfato con el aroma, siente el calor de la taza en tus manos.
- Haz ejercicio físico para conectar con tu cuerpo: fíjate en tu respiración, en las posturas y en los movimientos que realizas.
- Cepilla tu pelo despacio, fijándote en los movimientos de tus brazos y sintiendo la satisfacción en tu cuero cabelludo.
- Estira tu cuerpo y centra tu atención en cómo se mueve tu cuerpo.
- Presta atención a las pequeñas cosas: los pájaros piando, el olor de la tierra mojada… ¡Inspírate!
- Practica la relajación profunda. Olvídate del mundo y déjate llevar, quédate a solas con tu respiración.
- Elige y disfruta de música que no habías escuchado antes. Deja volar tu imaginación con cada palabra de la canción.
¿Por qué debemos practicarlo?![]()
Son muchos los estudios que demuestran que la práctica de mindfulness puede aliviar algunos trastornos como pueden ser la depresión o la ansiedad e incluso en ocasiones, puede mejorar la percepción del dolor. Además, su práctica también puede mejorar la concentración, la autoconciencia y la inteligencia emocional, dos factores clave en el bienestar del ser humano.



